Este título desafiante y provocador pretende ser disparador del debate y poner luz en una zona gris para muchos: ¿Para qué sirve un arquitecto?
Desde que arranque mi etapa profesional hace casi tres décadas, he escuchado infinidad de veces la pregunta sobre que hace y para qué sirve un arquitecto. Autorrespuestas del mismo interrogador han sido “hace dibujitos, croquis, planitos, o proyectitos”, siempre en diminutivo, como si esa expresión diera una ventaja en la futura negociación de honorarios, pensando que minimizando la tarea desde la calificación, se puede obtener rebaja de honorarios.