Novedades

1 diciembre, 2023
  •  
  •  

Y DIOS CREO AL ARQUITECTO

Cuando todo era nada en el  principio, Dios hizo la luz. Y por contrapartida aparecieron las sombras. Entonces seguramente Dios entendió que alguien podía aprovechar estos claroscuros, y casi inmediatamente fue dándole forma a la idea que la Creación, esté liderada por un arquitecto.

Luego, Dios expulsó a Adán y Eva del paraíso, y entonces reafirmó el concepto que iba a ser imprescindible un planificador y proyectista del hábitat humano, cuando declamo: “Creced y multiplicaos, dominad la tierra”.

Del primer arquitecto que se tiene conocimiento es de Imhotep en el Antiguo Egipto, quien se definía como canciller del rey, Administrador del Gran Palacio, Gran Sacerdote de Heliópolis, y Celador de los apartamentos privados de la Reina, además de…  curandero!!.

Tal vez esta sea la génesis de las amplísimas incumbencias del Arquitecto moderno, y que aquellos roles que cumplía en la edad Antigua, hayan sido sustentados hasta nuestros días. Es decir que desde el principio de los tiempos el arquitecto desempeñó tareas como “todólogo”, definiendo el neologismo como aquel profesional que se defiende en casi todos los campos que aborde.

A través de los siglos aparecieron otros arquitectos todólogos como Miguel Ángel que mixturaban el arte y la técnica, y quizás allí se sitúa hoy esta dicotomía entre si el Arquitecto es un Artista o un Técnico. En definitiva, esta combinación de concebir hechos físicos con belleza, le ha dado esa característica singular que solo un Arquitecto puede manejar.

El protagonismo histórico del arquitecto ha ido en continuo crecimiento y hoy está instalado en la conciencia de la sociedad humana, la necesidad imperiosa que contar con un profesional para las tareas de proyectar, planificar, interpretar a los usuarios, y plasmar espacios habitables  y confortables.

El mandato divino implícito fue más amplio que solamente diseñar y construir el hábitat del hombre, y se magnificó llegando a pedirle al arquitecto que además sea administrador, capacitador, creativo, conservacionista, comprensivo, coordinador, contenedor de ansiedades, docente,  ecologista,  economista, humanista, idóneo técnicamente, interprete, mejorador de la calidad de vida, organizador, planificador, pseudoconstructor, relacionista público, responsable socialmente, y como característica distintiva, la de ser omnipresente, es decir estar en todos lados simultáneamente.

Entonces, no será  disparatado afirmar que Dios creó al arquitecto, a su imagen y semejanza. Debe ser por esta razón que a Dios también se lo rotula como “el arquitecto del universo” verdad?

El Diablo, que envidió la creación del arquitecto por parte de Dios, trató de imitarlo y entonces fabricó émulos varios, aunque con otros nombres, que nunca pudieron igualar el protagonismo, la tarea y sobretodo el prestigio de los arquitectos.

La humanidad siempre necesitará de un soporte físico para desarrollar la vida, ergo, el arquitecto tiene asegurado su desempeño como hacedor y modelador del espacio, brindándole belleza y confort.

Arq. CARLOS GRISOLIA

Director de CETArq

arqgrisolia@cetarq.com.ar.ar